Seguro que alguna vez has intentado germinar semillas y no lo has conseguido, si es así te voy a explicar las 8 causas más comunes por las que tus semillas no germinan. Después de leer este artículo o ver mi vídeo ninguna semilla se te resistirá, aprende la técnica de germinación de semillas.
1. Fecha de caducidad
Todas las semillas tienen un tiempo para germinar, es decir tienen una fecha de caducidad. Este tiempo es distinto para cada semilla, si tenemos semillas compradas debemos mirar en el sobre ya que ahí nos pondrá hasta cuando pueden germinar las semillas. Comentaros que cuanto más frescas son las semillas más rápido germinan.
Enlazando en este apartado incluiría a las semillas recalcitrantes que son semillas que no se pueden secar y tienen un proceso de germinación especial. Estas se deben sembrar una vez extraídas del fruto y no se pueden conservar, estas semillas por ejemplo son la del aguacate, mango, litchi entre otros.
2. Cubierta dura
Muchas semillas están protegidas por una cubierta dura que impide que puedan germinar, estas semillas las hemos germinado mucho en el canal, algunos ejemplos son el melocotón o durazno, almendra, ciruela, cereza…
En este caso no es suficiente con sembrar la semilla tal cual, sino que debemos extraerla del interior de la cubierta para facilitar mucho el germinado. Se pueden sacar rompiendo la cubierta con una piedra, martillo o como yo suelo hacer, con un alicate. Como recomendación es bueno dejar secar la semilla 1 o 2 días antes de romper la cubierta, así esta se vuelve más quebradiza y nos facilita las cosas.
Importante que no se dañe la semilla del interior ya que si lo hace no germinará. No te desanimes si al principio algunas semillas se dañan, con práctica lo conseguirás.
3. Estado de conservación
Es muy importante conservar nuestras semillas de la mejor forma posible si no queremos que se echen a perder. Debemos evitar por todos los medios que la humedad entre en contacto con las semillas, para ello podemos usar dos métodos de conservación:
- Utilizaremos un bote con cierre al que añadimos unos granos de arroz que es un excelente absorbente de humedad. Colocaremos un poco de algodón y sobre este nuestras semillas a conservar, las cubriremos con otro trozo de algodón a modo tapón y por último cerramos el bote que almacenaremos en un lugar seco y oscuro (por ejemplo un cajón).
- La otra forma es sustituir el arroz por un sobre de gel de sílice, seguro que lo has visto cuando compras aparatos electrónicos, pues ese sobre lo puedes usar para conservar tus semillas ya que justamente es un gran absorbente de la humedad. Ya sabes no tires más estos sobres te serán muy útiles.
4. Profundidad de sembrado
Colocar la semilla a la profundidad adecuada marcará la diferencia entre el éxito y el fracaso. Normalmente si compramos semillas en los envases nos recomiendan la profundidad de sembrado, pero si no tienes estos datos no te preocupes, hay una norma muy fácil de seguir y que no falla.
Debemos sembrar la semilla a una profundidad equivalente a 2 veces el tamaño de la semilla.
En el caso de que haga mucho calor y para garantizar que la semilla tenga suficiente humedad se pueden llegar a sembrar más profundas, alrededor de 4 a 6 veces el tamaño de la semilla.
5. Test de germinado
En ocasiones, algunas semillas por causas desconocidas son defectuosas sin más. Para saber si son válidas para germinar, podéis hacer un sencillo test de germinado que consiste en poner a remojo en un vaso con agua las semillas y esperar 24h para que absorban bien el agua. Pasado este tiempo las que se han sumergido serán válidas para germinar y las que siguen flotando las desechamos por no ser válidas.
6. Usar un sustrato muy compactado o con patógenos
Si utilizamos un sustrato muy compactado para germinar lo más probable es que las semillas no puedan germinar bien debido a que les va a costar mucho hacerse camino a través de él y tanto las raíces como el tallo, al no poder avanzar, morirán.
Lo ideal es utilizar sustratos comerciales que nos garantizan una esponjosidad y aireación ideal para que las semillas lo tengan fácil. Además estos sustratos están libres de patógenos que es otro de los problemas que nos dan los sustratos reutilizados para germinar semillas.
7. Maduración del fruto
El estado de madurez del fruto es importante y apuesto a que muchos de los que no os germinan las semillas es debido a esto. Cuando decidimos germinar semillas de una fruta u hortaliza, debemos asegurarnos de que esta ha alcanzado su punto de madurez. Si usamos semillas de frutos no maduros, lo normal es que estas semillas no hayan alcanzado la madurez necesaria para germinar.
Un ejemplo muy claro son los pimientos, cuando están de color verde es porque no han madurado ya que cuando maduran cambian del color verde al rojo, es decir si intentas germinar las semillas de un pimiento verde lo normal es que no germine, debes buscar un pimiento que esté de color rojo y por lo tanto maduro.
8. Época adecuada
Cada semilla requiere de unas condiciones de temperatura para germinar, esta suele venir marcada por los fabricantes. Dependiendo de la semilla, si la temperatura es baja no germinará y si lo hace no crecerá a un buen ritmo. Para que las semillas germinen bien, necesitan generalmente una temperatura cálida, aunque las hay que son de invierno y no requieren tanto calor para germinar. Consulta el momento óptimo para germinar cada semilla en tu país.
Espero que a partir de ahora ninguna semilla se te resista.